1. Su vida útil es más larga,

Es una realidad. Los juguetes de madera, perduran más en el tiempo, pues su material es más resistente a los golpes, el paso de los años, y pueden repararse con más facilidad que los juguetes de plástico. Además, si están bien cuidados, pueden pasarse de generación en generación y lo más probable es que no pasen de moda. Frente a los juguetes de plástico, envejecen mejor con el paso de los años.

2. Los juguetes de madera conectan al niño con la naturaleza

Los juguetes de madera, al estar elaborado con un material tan noble, nos trasladan a través del tacto e incluso del olor a la naturaleza. Esa conexión constante con la naturaleza es muy importante para el ser humano, especialmente durante la primera infancia. Además, la madera al ser un material renovable, es más respetuoso con el medio ambiente, de este modo, también podremos inculcarle a nuestros hijos la importancia de cuidar y conservar la naturaleza y el entorno que les rodea.

3. Estimulan la imaginación y la concentración de los niños

Dado que los juguetes de madera no tienen pilas, permiten al niño concentrarse en la actividad y el juego, sin distraerlos con luces y sonidos. Además, al no hacer el trabajo de imaginación del niño, permite que este imagine, invente escenarios de juego dando rienda suelta a su imaginación. Al ser menos estructurado, permite que el niño se pregunte y se cuestiones cómo jugar con él.

4. Estimulan los sentidos

El olor a madera, la agradable sensación al tacto e incluso el peso de los juguetes de madera son capaces de estimular los sentidos del niño desde bebé, ya que poseen un olor que evoca al aroma de la naturaleza y permite trasladar este tipo de sensaciones al cerebro de los peques mientras juegan.

5. No son tóxicos

Como sabemos, la primera etapa de los bebés, conlleva que estos se lleven todo a la boca y chupeteen todos sus juguetes. Uno de los principales peligros del plástico es la intoxicación por Ftalatos, un compuesto químico que se utiliza para fabricarlos. Sin embargo, los juguetes de madera están tratados o pintados con pinturas o barnices no tóxicos, totalmente seguros para los niños.

6. Permiten ahorrar

Aunque a priori pueda parecer que son juguetes más caros, lo cierto que a largo plazo nos permiten ahorrar dinero y es que como comentábamos con antelación, son juguetes que envejecen mejor, y que apenas se ven afectados por el paso del tiempo. Además, al ser atemporales, y pasar de generación en generación, estaremos evitando la compra de nuevos juguetes.

7. Los juguetes de madera acompañan al niño durante su crecimiento

Los juguetes de madera generalmente son más usados por los niños durante las distintas etapas de juego, pues normalmente no se ven muy infantiles o muy de adultos. Son atemporales.

8. Tienen una mayor presencia

Frente a los juguetes de plástico, los juguetes de madera tienen mayor peso y presencia. Son más pesados y permiten al niño ser más consciente de su presencia en el juego. Además, esto favorece su motricidad fina desde bebés.

9. Son más bonitos

Para gustos, los colores, pero seamos realistas, los juguetes de madera son generalmente más bonitos que los de plástico. Tienen un diseño más cuidado, y permiten a los niños educarse en la belleza.

En definitiva, los juguetes de madera son una excelente elección para el juego de nuestros hijos y aportan más beneficios de los que podríamos imaginar en un principio. ¿Significa eso que tenemos que desprendernos de todos los juguetes de plástico que tenemos en casa? Para nada! Los juguetes de plástico, son ideales para llevar al parque, la playa o las piscina. Pero debemos pensar que es importante primar la calidad a la cantidad. Los juguetes de madera de juego desestructurado permitirán infinitas opciones de juego según se desarrolle la imaginación del niño, por lo que ofrecen más horas de juego que las opciones de plástico tradicionales.